sábado, marzo 23

Mágica e inolvidable.


No hay palabras para describir la noche de ayer, despedimos el segundo trimestre por todo lo alto. Desde las cinco de la tarde los Orbit nos estábamos preparando, yo en especial, la ropa, el maquillaje, el pelo, los zapatos, la noche tendría que ser perfecta. A las seis y cuarto cogí la guagua (autobús), después de haber pasado mil y un trabajos para bajar hasta la parada con mis tacones nuevos. Una vez dentro de la guagua la cosa no podía ser peor, no había donde sentarme, o sea me iba a matar allí de pie. La guagua llegó a la parada de Bryan y él se subió con mucho glam, que guapo iba, era un Jon Kortajarena pero en versión canaria, aunque los pelos de mi Orbit aquella noche no procedían nada. Al fin pudimos coger un asiento en la guagua, y allí íbamos los Orbit con una gran sonrisa, con muchas ganas de pasarlo bien, aunque ya habíamos pasado la mañana juntos. Nos paramos en la avenida de Las Canteras, porque se nos apetecía pasear un poco, sobretodo para lucir nuestras galas. Durante el paseo nos esperaba un compañero de clase de Bryan, que era el que nos iba a intentar colar en la fiesta si nuestras caras de niños no pasaban por caras de personas universitarias. Antes de una buena fiesta debemos de tener la barriga llena. Así que nos metimos en nuestro bar de confianza y nos tomamos un sándwich mixto que me supo como si se tratara de un manjar de dioses. Comenzaba la fiesta, allí estábamos en la cola, nerviosos y con muchas ansias de fiesta, nos la merecíamos por todas las ganas y esfuerzo que habíamos empleado en sacar este trimestre adelante y con buenas notas. De pronto el segurita empezó a pedir la documentación a todos los chicos, estaba claro de que no íbamos a entrar, pero quien nos iba a decir que un ángel iluminó la noche y el propio segurita nos dijo que pasáramos sin pedirnos la documentación.¡ Estábamos dentro! ¡Comenzaba lo que iba a ser una gran noche! La música penosa, ambiente 0 ¿esto era lo que iba a ser una gran noche? Bueno que no cunda el pánico, nos metimos entre la poca gente que había e intentamos bailar e intentar animarnos un poco. Al cabo de un rato, el vodka nos llamó nos decía ven bebeme seré la solución a tu cansancio, pues fuimos a por el no hay que ser maleducados. La noche parecía que se iba animando, la música mejoraba a medida que avanzaba la noche y cada vez había mucha más gente. Tocaba la hora de un pequeño descanso y nos dirigimos a la parte de atrás y nos sentamos. Muchas tonterías y bobadas dijimos en aquel descanso para contarlas, lo que ocurre en El Vaso, mejor que se quede en El Vaso. Los Orbit estaban descontrolados, lo estábamos pasando increíble, teníamos el ritmo en las venas y bailábamos sin ton ni son. Las ganas de ir al baño a cambiarle el agua al canario, de quitarme los zapatos y de tirarme en la cama, se apoderó de mi. Así que la noche se dio por terminada.


GRAN NOCHE, GRANDES AMIGOS, GRANDES RISAS, GRAN MÚSICA, GRAN BAILE, TODO FUE MUY MÁGICO E INOLVIDABLE.