miércoles, mayo 1

¡Cuánto tiempo!

Desde el 13 de abril no tenemos una tarde Orbit y es que aquella 'Tarde de mierda' nos marcó mucho. Hoy tocaba ya un paseito Orbit, puesto que mañana es el Día del Trabajador y no hay clases ¡YUJU!
Hoy me levanté con mucha energía y fui al instituto como un martes más, hoy el martes tenía un olor a viernes, un olor a día festivo al día siguiente irresistible y la verdad es que se me apetecía un montón un paseito con mi Orbit (se me apetecía fleje como dirían mucho canarios).
La campana toco 2:10 ¡ya era libre!. Hacía ya un buen rato que me mensajeaba con Bryan sobre el día que íbamos teniendo, pero justo en ese momento tuve que decirle la gran pregunta que cambiaría el rumbo de nuestras tardes ¿Quedamos hoy? Estaba nerviosa, pensé que Bryan no querría quedar, que le apetecía una 'Tarde siesta' porque había pasado duros días recuperando láminas de dibujo técnico, pero no, me equivoqué, a él también se le apetecía un montón quedar conmigo esta tarde.
Yo llegando a mi casa y esto que ...

+Marta, ¿quedamos ya no?
- ¿Cómo que ya?
+ Si, si temprano a las 4:00
- A vale guay 

Estaba anonadada no me lo creía, Bryan estaba muy entusiasmado en quedar conmigo. Él no me lo dice con palabras, pero no hace falta, porque yo se que me echaba tanto de menos como yo a él.
Después de decidir que ponernos, prepararnos y acicalarnos, dimos comienzo a nuestra tarde Orbit. ¿Preparados? ¡No lo creo! Tuvimos una tarde intensa con muchas anécdotas, vamos a ver como lo recuerdo todo.
Empezamos nuestra tarde en Mesa y Lopez, la zona centro de la ciudad, teníamos dos misiones:
1) Encontrarle un regalo a mi padre, que hoy cumple 49 añitos
2) Cambiar unas playeras de Bryan.
Nos dirigimos a Zara, algo común en nosotros ¡Cuánta ropa bonita!, pero claro estábamos allí para cambiar esas playeras feas, yo y mi mala suerte que se la contagio a todo el que se ponga a mi lado, hicimos que no hubieran tallas, así que decidimos salir e ir a darnos una vuelta y si eso iríamos después a preguntar por su talla, cosa que no hicimos, pero bueno no adelanto acontecimientos. Caí en la cuenta de que en Mesa y Lopez no hay Springfiel, la tienda donde suele comprar mi padre, así que ya en Mesa y Lopez poco hacíamos. En uno de estos momentos de la vida en la que te quedas paralizado, en estado de shock porque ves a alguien que te resulta familiar, al que hace tiempo que no ves ¿sabes a que momento me refiero? Pues tuvimos un momento de esos, Bryan se había fijado que "el amor de mi vida", un chico que hace más de un año que vimos en el Corte Inglés y nos perseguimos con la mirada, todo muy romántico, sino fuera porque tendrá unos 28 años, aunque dicen que la edad no importa jeje, pero bueno eso ahora mismo es irrelevante  la cosa es que Bryan lo vio, lo persiguió con la mirada, se quedó en shock y reaccionó ¡MARTA ES ÉL, EL CHICO DEL CORTE INGLES! y no solo reaccionó de esta manera, además me hizo perseguirlo cuando nos llevaba más de veinte metros de ventaja. Hablando del chico del corte ingles, entramos a ver si le veíamos algo a mi padre y a ver los objetivos de las cámaras y los portátiles  pero bueno se puede decir que fue un entrar y salir, datos sin importancia.

¡PÓNGANSE CÓMODOS QUE VIENEN CURVAS!

Bryan y yo, íbamos rumbo a la Regenta a ver alguna exposición de arte, pero resulta que estaba cerrada, como no otra vez mi mala suerte entra en acción. Seguimos caminando hacia el Muelle, para dar una mini-vuelta y coger una guagua para ir a Triana, la calle mayor de Las Palmas de Gran Canaria, para ir a cumplir las dos misiones de la tarde y merendar.
Ya en la parada de guagua, había un hombre haciendo unos ruidos extraños que estaban sacando de quicio a Bryan, gracias a dios no montó un pollo.

+Bryan ¿estás seguro de que aquí se coge la guagua para ir a Triana?
-Marta estudio en la otra punta de la isla, si antes ya me conocía bien las guaguas 
ahora mucho más.

La guagua había llegado, salió de la estación y .. ¡RUMBO AL PUERTO! ¿hola?, cogimos la guagua del número correcto pero en la parada equivocada. Nos bajamos en dos paradas, quedamos fatal, que vergüenza pasé, eso sí me reí muchísimo con la situación. Tuvimos que caminar hacia atrás y ponernos en la parada correcta para coger la guagua. Íbamos ya en la guagua correcta, y esto que entra una chica entrada en carne, no tengo en nada de las chicas gorditas, pero vamos a ver, si te pones unas bragas como pantalón pues como que va dando el cante, fue una situación que no procedía nada, estábamos hablando y de repente nos callamos, luego la gente quiere que la tomen en serio pero ¿como vas a a salir vestida así? Sé que vivimos en Canarias, pero "abril aguas mil", y ayer estaba haciendo frío y ella ahí tan pancha, de diva por la vida.
Ya en Triana, estábamos esperando a que el semáforo se pusiera en verde. Era una calle de aproximadamente 15 metros de ancho, y muy transitada. Con nosotros "esperando" estaba una señora mayor, bastante mayor, media 1 metro no media más. La mujer se ve que tenía prisa y se echo a "correr" (caminar rápido) por aquella calle ¡estaba loca! ¡la iba a coger un coche!, Los Orbit lo pasamos fatal estábamos viendo su vida pasar por delante de nosotros, nos la imaginamos desde que era un feto, en el momento en el que creció, y en el momento en el que encogió por la vejez, pero tranquilos justo la mujer llegó a tiempo a la otra punta sin que la cogiera un coche. Después del mal rato que nos hizo pasar la señora, fuimos a Zara cambiamos unas de las playeras, fuimos a Springfiel compramos el regalo a mi padre y luego fuimos a merendar. 
Estaba vez Bryan me dijo de porque no ir a un bar, no era muy pijo, ni si quiera llega a la categoría de bien, estaba bien. Y allí fuimos, que rica estaba la hamburguesa y las papas, delicioso, estaba claro que la comida era un manjar, la cosa era la compañía. Dos borrachos y la tele con el partido del Real Madrid, lo único que queríamos era comer rápido y salir corriendo, antes de que marcara un gol, el Real Madrid o el equipo contrario. ¡Vaya show que montaron unos chinos con la máquina tragaperras! ¡Vaya bar! Pero hay que repetir. 
Buena tarde, demasiados anécdotas para una entrada, ay dios, lo que nos pasa a nosotros no le pasa a nadie.