martes, abril 9

Un psicópata, una choni y una caída.

Esta historia tienes ya unos meses, pero es una anécdota más y hay que contarla. Todo pasó un día que queríamos una tarde Orbit, pero esta vez nos llevamos a una amiga con nosotros. Ese día quedamos tarde, ya que la idea era irnos a dar una pequeña vuelta por las Jornadas Universitarias, a ver si encontrábamos alguien conocido con quien acoplarnos sin vergüenza alguna. Pero antes de eso, fuimos a por una bebida energética a un bazar, ya que era viernes y al estar despierto desde temprano por haber ido a clases, el sueño llamaba a nuestras puertas. Al entrar al bazar, el dependiente nos mira y nos dice descaradamente '¿ Queréis ron? ¿Whisky? ¿ Vodka? ¿Alguna botellita? ¡Yo se las vendo!', con una cara de psicópata que no podía con ella. A todo esto nosotros tres nos miramos entre sí, sonreímos y dimos pasitos hasta salir pitando de aquella tienda. Al estar sanos y salvos de aquel psicópata, nos fuimos de camino a la fiesta y de camino a ella, pasan un grupo de chonis delante nuestra, una de ellas con un top negro, un legging con la bandera de Reino Unido y unas Vans a juego, en esto que miro a Marta y le digo 'Guau', y la choni se dio cuenta y me miró, y yo la volví a mirar con cara de asco, me volvió a mirar mientras se alejaba y yo, como no, la volví a mirar desafiante, y de repente me dice 'Oye, que si tu me miras, yo te tengo que mirar', a grito pelado, yo con mi gran carácter me dirijo a responderla  pero Marta me da un empujón para que siga para adelante y no pelee con ella, lo cual la volví a mirar con cara de asco y seguí caminando, pero se merecía un 'Oye, que tu me miras por que soy guapo, yo a ti te miro por choni, pedazo de basta', pero me lo reservé. Después de este bonito choni-acontecimiento, al llegar a la fiesta, mas de lo mismo, solo hay chonis y canis perreando, pasado de drogas y alcohol, lo cual cogimos nos dimos la vuelta y pasamos de la fiesta. Nosotros decepcionados nos quitamos los zapatos, y seguimos caminando hacia otro lado por la orilla del mar, ya que la fiesta era pegada a la playa. Estaba claro que nos habíamos quedado con ganas de fiesta, asi que con dos cojones fuimos a por unos Smirnoff fresquitos, y nos fuimos al muelle a tomárnoslo  De camino al muelle, jamás se me olvidará la cara de niño feliz que se me ponía cuando mis piernas chocaban con la bolsa y sonaba el sonido de las botellas, lo cual la gente nos miraba como si fuésemos mayores.
Una vez llegamos, nos dimos cuenta de un pequeño detalle .. ¡NO TENÍAMOS SACA CHAPAS!  Somos tan tontos que no fuimos capaces de darnos cuenta y claro, a aquellas horas no habría ni un chino abierto para ir a comprar uno. Pero los Orbit somos inteligentes cuando queremos, empezamos a abrir las botellas en una verja que había allí, en esto que abrimos la primera botella, se la damos a nuestra amiga para seguir abriendo las otras y ¡Se cae de culo! ¿ Creéis que esto es normal? Vamos, que al final la noche terminó siendo una bonita noche, sin fiesta, pero inolvidable.